A.R.
MÉRIDA, 19/02/2022. -Por el 109 aniversario del Ejército Mexicano, en la X Región Militar, se realizó un desayuno para los soldados, con autoridades de Yucatán.
El general de División Diplomado Estado Mayor, Homero Mendoza Ruíz, dio la bienvenida al presidente del Congreso de Yucatán, Víctor Hugo Lozano Poveda, al gobernador Mauricio Vila Dosal.
El mandatario, mencionó que, en el año 2020, cuando pasaron dos huracanes y tres tormentas tropicales, ayudaron a las personas más afectadas en la entidad.
El mensaje del Mendoza Ruíz, fue en presencia del General de Brigada DEM, Francisco Miguel Aranda Gutiérrez, comandante de la 32/a Zona Militar, el General de Grupo Piloto Aviador DEM, Aéreo José de Jesús Morán Gutiérrez, el Comisario Guardia Nacional (GN) Francisco Díaz González, además de autoridades estatales y municipales.
El comandante de la X Región Militar, leyó el mensaje, que fue replicado a nivel nacional, en cada una de las bases, donde se realizaron homenaje al instituto armado; el cual fue encabezado por el general de división DEM, Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional.
MENSAJE:
“En esta significativa fecha para los que integramos el Ejército Mexicano nos es muy gratificante encontrarnos reunidos en este recinto emblemático para celebrar el 109 aniversario de nuestro nacimiento.
Conmemorar un aniversario más del hecho histórico que sentó las bases de nuestra actual Fuerza Armada es recordar nuestros orígenes que nos han servido para proyectar nuestra visión de crecimiento y desarrollo institucional.
Hace 109 años, después de que el Congreso del estado de Coahuila le otorgara facultades extraordinarias al gobernador don Venustiano Carranza para conformar un ejército y restituir el orden constitucional, en esta memorable hacienda, acudiendo al llamado de la democracia, se reunieron incipientes, pero determinadas tropas, con la finalidad de apoyar la integración del Plan de Guadalupe, firmado el 26 de marzo de 1913.
Evento trascendental, consecuencia de los constantes levantamientos armados a lo largo y ancho del territorio nacional y del deseo de los porfiristas de restaurar el viejo régimen, lo que derivó en el lamentable episodio de la Decena Trágica, en donde perdió la vida el 22 de febrero de 1913, Francisco I. Madero, primer presidente de México elegido democráticamente, asimismo, tras su derrota, la renuncia y posterior salida del país del general Victoriano Huerta, en julio de 1914.
Estos eventos desembocarían en la firma de los tratados de Teoloyucan el 13 de agosto de ese mismo año con los que se logró la disolución del Ejército Federal, quedando el Ejército Constitucionalista como única fuerza de carácter nacional con el deber principal de evitar la alteración del orden público y garantizar la tranquilidad y justicia social de nuestro país.
Desde estas primeras encomiendas este actual ejército ha evolucionado de manera permanente adecuando su organización y funciones, incluso su denominación, al transformarse de Constitucionalista a Ejército Nacional, con la promulgación de la Carta Magna de 1917 y, posteriormente como Ejército Mexicano desde 1948 hasta nuestros días.
Desarrollo institucional que se ha consolidado en muchos frentes, destacando su lealtad inquebrantable, irrefutable y demostrada en los hechos reiteradamente a través de la historia, su carácter netamente social al velar siempre por la integridad de los ciudadanos y sus bienes, y su respeto permanente a los valores democráticos y ordenamientos constitucionales emanados desde el Poder Legislativo que guían y delimitan su actuación en el cumplimiento de sus múltiples actividades.
Además de lo anterior, es necesario también señalar que, desde su origen en 1913, el Ejército Mexicano ha trabajado y se ha esforzado con todos los recursos puestos a su disposición por el bienestar del pueblo de México con honor, compromiso y lealtad a sus instituciones, caracterizándose por ser una institución en donde la mayoría de los integrantes provienen de las mismas clases populares que protegen y que se rigen bajo la premisa de actuar siempre por las mejores causas de México.
Este es nuestro origen y es algo de lo que quienes portamos este uniforme de la patria nos sentimos sumamente orgullosos.
Los cambios impulsados a lo largo de la historia de esta fuerza armada han llevado por objetivo el adaptarse para responder con efectividad y eficiencia a los nuevos retos y necesidades que nuestro país ha tenido que afrontar, sin descuidar las tareas primigenias de defensa de la nación y seguridad interior.
Justamente esta es la esencia que rige el proceder institucional de los integrantes del Ejército Mexicano para cumplir cabalmente las normas y preceptos establecidos en los ordenamientos jurídicos que coadyuvan al mantenimiento de la paz y el orden público.
En este contexto, aprovecho el momento para agradecer al Poder Legislativo su disposición para analizar diversas iniciativas de reforma a nuestra ley orgánica, las cuales buscan impulsar un marco jurídico moderno y acorde a la nueva organización de nuestra institución, que nos permitirá atender las necesidades actuales que vive el país y además afrontar los retos, riesgos y amenazas futuras en beneficio de la seguridad y bienestar de la sociedad mexicana.
Ejemplo de ello es el decreto del Poder Ejecutivo, mediante el cual se crea el Estado Mayor, conjunto de la Defensa Nacional, y la Comandancia del Ejército, misma que entra en vigor esta fecha 19 de febrero como fuera la creación del Ejército Mexicano en 1913.
De igual manera, hago un sincero reconocimiento al Poder Judicial por su destacada contribución en la preparación de los cuadros de mando de Ejército a través de los conversatorios insterinstitucionales sobre temas relacionados con la defensa y respeto de la Constitución y de los derechos humanos, lo que representa un compromiso institucional para el logro de los propósitos comunes que es servir a México.
El Ejército Mexicano está integrado con mujeres y hombres, herederos de 109 años de historia, de honor, lealtad, patriotismo y de compromiso institucional y que al decidir por profesión la militar, desde su adiestramiento inicial se enraíza y se construyen en ellos bases de conocimiento sustentadas en principios y sólidos valores que están presentes no sólo a lo largo de la carrera militar, sino también en su vida personal.
Estos valores, que bajo la visión constitucionalista de los hombres que defendieron la democracia aún a costa de su propia vida, se integran como guía, permitiéndoles actuar y ser parte del engranaje institucional para el cumplimiento de las misiones generales de esta Fuerza Armada, sumando esfuerzos con diversos entes públicos para el logro de los intereses y objetivos de nuestra nación.
Para los soldados que conformamos el Ejército Mexicano, conocer los orígenes históricos de nuestra institución no sólo es motivo de orgullo, también nos permite identificar los procesos de modernización y desarrollo de la fuerza emprendidos a lo largo de la vida independiente de México para afrontar diversas realidades nacionales.
Nos ayudan además a comprender la evolución constante de las técnicas, tácticas y procedimientos que ha requerido nuestra institución, así como la adecuación de nuestra estructura orgánica y funcional para mantenernos vigentes como pilar para la seguridad y desarrollo de nuestra nación.
Ejemplos de ellos: se pueden mencionar la mayor participación e inclusión de las mujeres en los cuadros de mando de los organismos administrativos y operativos como una adopción plena y consciente de que la política de igualdad de género no sólo es un asunto de justicia y paridad, sino que fortalece el quehacer institucional al aprovechar sus capacidades en beneficio de la eficiencia y alcances para el cumplimiento de nuestras misiones.
Asimismo, la participación en operaciones de mantenimiento de paz, o bien, en la atención brindada a la población ante emergencias provocadas por desastres naturales desde hace 56 años a través del Plan DN-III E y que incluso ha sido referente a nivel internacional al haberse proporcionado ayuda humanitaria en 75 ocasiones a 26 diferentes países.
Señor presidente y comandante supremo de las Fuerzas Armadas:
Las mujeres y hombres que integramos el Ejército Mexicano refrendamos el compromiso que demostraron los integrantes del Ejército Constitucionalista de defender a las instituciones de la nación y al pueblo de México.
Desde su origen, esta institución armada ha puesto a disposición de la sociedad mexicana todas sus capacidades, organización y voluntad para participar en proyectos encaminados a la seguridad, al progreso y al bienestar de la nación.
De tal manera que entendemos que ningún ejército en el mundo puede permanecer estático. La planeación estratégica debe de ser una tarea constante y permanente con la finalidad de identificar escenarios que impliquen riesgos o amenazas y oportunidades, sin descuidar los principios y valores axiológicos, que son la base fundamental del actuar de los integrantes de esta Fuerza Armada.
Es justo y oportuno en este día, en el marco del 109 aniversario de la creación del Ejército Mexicano, expresar nuestra lealtad y gratitud por la confianza depositada en los soldados de tierra y aire, al asignarnos tareas trascendentales que contribuyen al mantenimiento de la paz, desarrollo y bienestar de la sociedad mexicana, y reafirmarle que todo mandato que nos sea asignado en el marco de nuestras misiones contará con el compromiso y capacidades de todos los miembros de esta institución.
Hago un reconocimiento al personal militar que nos ha antecedido en la carrera de las armas en esta honorable institución, quienes con la visión institucional y de lealtad que nos legaron, aspiramos a continuar siendo el ejército que requiere la sociedad y les reiteramos el compromiso de mantener en buen resguardo la evaluación que el pueblo de México hace de nuestra labor y continuar siendo merecedores de los niveles de confianza que nos otorgan.
Por último, como alto mando del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, quiero expresar mi reconocimiento a las mujeres y hombres que integran esta Fuerza Armada por el trabajo que día a día desarrollan en favor de todos los mexicanos.
Los invito a seguir siendo soldados respetuosos del Estado de derecho y de las instituciones y a continuar manteniendo el legado que nos heredó el Ejército Constitucionalista como garantes de la soberanía e independencia de nuestro país, coadyuvando de manera activa para garantizar la seguridad y el bienestar del pueblo de México”.