A.R.
MÉRIDA, 05/08/2022. -“En casa”. 321 piezas arqueológicas que se encontraba en posesión de una familia coleccionista, fueron entregadas al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y que ahora son expuestas al público en el museo Palacio Cantón.
La colección estaba en posesión de “Alvar y Carmen Tejero de Carrillo Gil”, y tras una serie de gestiones con el Gobierno Federal, fueron traídas desde la Ciudad de México hasta Mérida.
Las piezas arqueológicas son originarias de la Península de Yucatán, Veracruz Ignacio de la Llave, Tabasco y del centro de México.
Sin embargo, solamente serán expuesta al público 153 piezas se exhibe a partir de este 4 de agosto hasta el mes de octubre, y que fue inaugurada por la titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero.
“Entregas como esta son una muestra de la concientización y de la confianza que, por medio de la campaña Mí Patrimonio No Se Vende, hemos construido con particulares y especialmente con gobiernos e instituciones del extranjero que tienen en su posesión patrimonio originario de México”, dijo Frausto Guerrero.
Frausto Guerrero explicó que actualmente son más de ocho mil las piezas arqueológicas repatriadas desde países como Estados Unidos, Corea del Sur, Bélgica y España, gracias a la colaboración interinstitucional entre las secretarías de Cultura, de Relaciones Exteriores (SRE), la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional (GN) y el INAH.
“Los países y las y los particulares que nos restituyen piezas saben que, desde el Gobierno de México, vamos a conservar, investigar y divulgar adecuadamente el patrimonio recuperado”, declaró la secretaria Frausto al insistir en la necesidad de redoblar los esfuerzos para impedir el comercio y el tráfico de bienes históricos, arqueológicos, paleontológicos y artesanales de nuestro país.
En la colección se encuentran: figurillas antropomorfas y zoomorfas, pequeñas vasijas, algunas trípodes o de fondo plano, silbatos con formas de animales como la de un búho, una pipa, vasijas con rostros femeninos, de ancianos o zoomorfas, como un felino y un mono. Una característica especial en algunas piezas es que suenan como sonajas y, posiblemente, hayan tenido ese uso.
FOTOS: ALEJANDRO RUVALCABA.